Rehabilitación de vivienda V en Porto do Son, A Coruña

Fecha de construcción: 2024
Uso: Residencial
Emplazamiento: Porto do Son, A Coruña
Superficie: 327 m2
Cliente: Privado
Arquitectos: Ismael Ameneiros, Santiago Rey, David Robles, Tamara Vila, Coralia Perla Mugnier y María Bergua Orduna
Empresas colaboradoras: Construcciones Cuntis SL
Fotografía: Héctor Santos-Díez
El punto de partida es una vivienda construida en 1950 al que se fue añadiendo paulatinamente y a lo largo de más de 50 años construcciones auxiliares perimetrales destinadas a bodega, almacén, gallinero y otros espacios exteriores de usos diversos.
Perdida su función, los propietarios demandan retirar todas esas construcciones, ordenar y obtener un nuevo espacio exterior estancial como prolongación de la -también- nueva reordenación interior de la vivienda, completando un nuevo conjunto interior-exterior.
A parte de las construcciones auxiliares, la vivienda también ha crecido en dos elementos anexos, distintos del volumen original: uno para un baño interior y otro para una lareira con acceso independiente desde el exterior.
Exteriormente, los trabajos se centran en retirar todo aquello que se considera prescindible y se prioriza la accesibilidad. Se genera una pequeña plataforma contigua a los accesos, creando una terraza exterior nueva abierta a la cocina y la lareira. Desde ella, un graderío nuevo salva el salto de cota existente, para favorecer la transición con el prado de forma desenfadada. Una rampa tendida conecta la terraza con la bodega y con el prado.
En el interior, una vivienda compacta de planta casi cuadrada, simétrica: entrada desde el centro de la fachada por un gran hall de entrada que muestra la escalera de subida a planta alta. De un lado del hall y la escalera, dos estancias (dos dormitorios) y del otro lado, otras dos estancias (una cocina y un salón). En el centro de la planta, y a cada lado de la escalera, dos pilares de hormigón.
En planta baja, los propietarios demandan un único dormitorio y un baño nuevo, ambos accesibles, además de actualizar la cocina. Se les propone, además, conectar interiormente la lareira con la vivienda para aprovechar al máximo esa estancia en el día a día.
Para ello, se mantiene la cocina en el mismo lugar, se abre un paso nuevo interior hacia la lareira, para generar una visual cruzada aprovechando todos los huecos nuevos que se abren. Se demuele uno de los tabiques de planta baja para abrir parcialmente la escalera hacia el nuevo salón-comedor y potenciar esa transversalidad.
Esa lectura de la configuración espacial y constructiva interior del edificio parecía sencilla, sin embargo en obra se vio que los pilares de hormigón solo sustentaban la cubierta y que los dos tabiques de planta baja eran portantes y soportaban el forjado de planta primera. Por tanto, no se podía prescindir de uno de los tabiques previstos a demoler. Usando la lógica del material, se opta por mantener el proyecto, únicamente abriendo grandes huecos con dinteles en arco para poder garantizar una correcta transmisión de cargas.
El proyecto pretende ser coherente con el contexto, buscando la integración y recuperación de la vivienda existente en el paisaje colindante, un continuo de espacios agrícolas definidos por un tejido de viviendas, a su vez perfectamente implantadas.
Esas construcciones auxiliares (las mismas que se han eliminado) forman parte y configuran el paisaje construido del entorno rural edificado de Galicia. Es ya, un distintivo de nuestro patrimonio. Actuaciones como las realizadas con este proyecto y trabajos son reflejo de cómo va cambiando también ese tejido, perdiendo su origen y evolución productiva para dar paso a un uso meramente residencial. Cierto es, que, en gran número de veces, la formalización material de esas construcciones desmerece su potencia e identidad, de las cuales nos sentimos tan próximos.